sábado, 31 de diciembre de 2011

     Siete locas en el Norte,
     si alguna vez logran llegar...
...permítanme que cuente
creo que lo harán.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

García Lorca lo podría haber dicho

Batallón de mariquillas de soldados que han venido
a mariquillearme con cien maricas plomizos.
De pólvoras los maricas, y de maricas sus tiros


Y matan como maricas,

al amor por pervertido,
y ciegan los ojos niños
y así no verán maricas.

Maricas que me marican

por mariquear fantasías
que tildan de mariconas
por no encontrarles sentido

Pelotones mariquitas

que destrozan...¡Maricones!
el corazón de este hombre
con dignidad de marica

Acribillen mis genitales

que a maricas endulzaron
y al hacerlo que me exploten
como frutillas...maricas


Que mi sangre reproduzca
en este suelo marica
flores de colores nuevos
que las verán mis maricas

Maricas los enfermeros,

por sanar lepras maricas.
Galileo, el más marica,

por pretender ver redondo
un mundo cuadrangulado
por cuadrangulados maricas

Marica el crucificado

por redimir mariquitas
Marica madre, ¡marica!

por haberme tu parido

Marica también mi padre

por tener semen marica
Y maricas mis ancestros
por engendrarnos maricas

Y así...sumando...maricas

veremos que en cada tumba
de humanidades maricas
sólo yacen esqueletos
esqueletos maricas. 
Gracias, Pepe

domingo, 25 de diciembre de 2011

¿Réquiem? a una infancia

¿Cuál es el momento idóneo para dejar de decir "cuando sea grande..."?
Una vez, a los tres años, en una sola oración inventé un verbo y un sustantivo; hoy revuelvo en todo mi diccionario por varios minutos para lograr expresar (aunque sea un mínimo acercamiento) todo lo que me pasa adentro, y sólo la menor parte de las veces logro mi cometido.
A los 9 años me regalaron mi primer cuaderno para escribir, y mi primer cuento narraba la historia de un niño que sonámbulo asesinaba a su hermana en nochebuena; hoy me siento osada al escribir sobre una lágrima que cae sobre un pentagrama.
A los 11 años escribía en mi agenda con el abecedario secreto de la Valentina para que nadie pudiera descubrir lo que me pasaba; hoy tengo un blog abierto a todo el mundo en el que trato de volcar (siempre con cierto recato y en la medida de lo posible) un pedacito de mi alma.
A los 13 años me creía una gran conocedora de la vida y sus vicisitudes; hoy me siento más minúscula y perdida que en cualquier otro momento de mi vida. Hoy soy chiquita.

Cuando sea grande, quiero tener la capacidad de ser chiquita de nuevo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Se levantó siendo Candela.
Después de mirarse al espejo, comenzó a peinarse el largo pelo de Lourdes con las manos de Guadalupe.
Se tomó el colectivo y cuando se sentó, se puso a escuchar música con los oídos de Anita.
Mientras caminaba, se dio cuenta que sus piernas eran las de Popi, las cuales en vez de caminar la hacían bailar.
Pasó la mayor parte de la mañana riendo, y de sus risas salieron Silvana, Abigail y Cintia. De vez en cuando se quedaba seria, y su rostro se volvía el rostro de Néstor.
Por la tarde y bajo la lluvia, se divirtió saltando en los charcos de agua como si fuera Juancito, y dijo las mismas bromas que hubiera dicho Roberto, o tal vez Belén.
Se puso a ver un video con los testimonios más dulces que jamás hubiera escuchado, y pudo sentir con claridad como Rocío le besaba una mejilla y Cira le tomaba la mano.
A la noche no quiso cenar. Prefirió ir directo a la cama.
Cuando estuvo en su habitación, miró por la ventana y contempló las estrellas con los ojos de Luciano.


Finalemente, cuando se fue a acostar, ya no era Candela. Pronto comenzó a soñar y, una vez más, Candela fue Malimán.

lunes, 12 de diciembre de 2011


Las risas se desprendieron de sus rostros y se volvieron color, y ese color inmortalizó en las nubes una magia que se resume en dos palabras: te quiero.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Y si hoy me duelen las manos,
si me tiemblan los labios,
si se me tapa la garganta
si se me hace un nudo en el estómago,
y si siento un pequeño agujerito en el alma
debe ser por algo.....

Si hay una única razón para mi malestar
(y sé bien cuál es)
esa es que hoy tengo la fuerza para decir
Gracias, hasta luego.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Oda a Urquiza y Moreno

Las paredes comenzaron grises. Yo comencé pequeñita.
Todo tan grande. Tan inmenso. Yo tan perdida, pero al mismo tiempo tan encontrada.
Cuando miraba para arriba encontraba allá a lo lejos, el techo de cristal que dejaba pasar la luz del sol. Las paredes se iluminaban y se veían pequeñas grietas; y adentro de cada una, un universo distinto.
Decenas de cuerpo pasaban corriendo a mi lado. Saltaban, jugaban, reían, algunos lloraban.
Un mástil se imponía alto y victorioso a mi lado. Sarmiento me observaba juicioso por detrás. Aurora me daba los buenos días todas las mañanas.
Varias personas me tomaron de la mano. Algunas aún lo hacen. Otras, ya no.
Las paredes se volvieron amarillas. Yo había crecido un poquito.
Todo igual de grande. Todo igual de inmenso. Yo tan en casa.
Subí los escalones que me acercaban un poquito al techo. Desde acá el sol se ve más grande y brillante. Acá me siento alta.
Anteojos. Aparatos fijos. Lentes de contacto. Anteojos de nuevo. Pelo largo. Pelo corto. Sonrisa de marfil. Aparatos movibles.
Bolsas de dormir en los pisos de las aulas. Un guiso preparándose en la cocina. Un megáfono pierde la vida en el patio.
Amigos, compañeros, amigovios, ignorantes, conocidos, grandes, chicos, si te he visto no me acuerdo, gatos, palomas, huerta.
Música, baile, hamburguesas, fiestas, proyectos, clases, teatro. Aula Magna.
1°     2°     3°     4°    
Ahora de las paredes salen unas manos que me saludan. Yo les contesto. Un poco contenta, un poco triste. Lloro y porque lloro me da risa. Ahora ya no es tan grande. Ya no es tan inmenso. Ahora llevo todo conmigo, acá adentro.
Me voy. Un poco menos pequeña, un poco menos ignorante, bastante más humana. Me voy. No me quiero ir. Vuelvo. Me quedo acá para siempre.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Gracias.

"Del motor del tiempo
al motor del corazón"

Se saborea ese olor particular
esas sonrisas contagiosas.
Se mastica el paso de las 
hormigas en el alambre,
el escondite de la luna.

Grandeza que desborda
grandeza humana.
Tobogán de rocas ilumina
tu nombre, Malimán.

Juntos hicimos del viento
una melodía,
logramos ser un solo camino.
Juntos, volvimos a la vida.

Nos ayudaron a detener el tiempo
y mirarnos realmente a la cara
y llorando de alegría descubrimos
lo que en realidad nos pasa,
que ustedes lograron
traernos de vuelta a casa.

viernes, 21 de octubre de 2011

A tus besos les está faltando
un poquito de candombe.
Vení,
te invito a bailar toda la noche.

lunes, 17 de octubre de 2011

mimo sanjuanino

Volvé a tu casa cuando quieras.
...Creí  que estaba solo y no era cierto.

Hola Florencia, soy Malimán y estoy con vos.

martes, 11 de octubre de 2011

Fui a un mercado de pulgas y me compré una cajita de música y una religión de segunda mano.
De la cajita salía traviesa una pequeña bailarina que giraba y giraba en una posición graciosa pero elegante, con una sonrisa estática en su rostro, acompañando a la más dulce de las melodías. La podía tocar, la podía escuchar, hasta la podía oler si así lo quería. Era antigua, pero los años le daban su encanto.
La religión era distinta. Era mucho más vieja que la cajita, pero a ésta se le notaba lo usado. Estaba gastada, maltratada, hasta un poquito deshecha. A la pobre la habían usado muchas personas, había pasado por muchas manos, habían depositado su fe en ella personas que no conocía. Y algunas de esas personas, con ambiciones tenebrosas, habían hecho de ella un oscuro negocio. 
Las contemplé a ambas: la bailarina y la religión. La primera me transmitió alegría, pero sentí pena por la segunda y asco por mí misma. El saber que allá afuera había gente que derramaba lágrimas tan sólo al soñar con poseerla por unos breves instantes, mientras yo la tenía encarcelada en mi escepticismo, hacía flaquear mi dignidad.
Con mucho cuidado, agarré la religión y la puse dentro de la cajita. Le dí cuerda y la volví a abrir. La melodía comenzó a sonar y la bailarina a girar; y junto con ellas, la religión se elevó por los aires, dando vueltas y vueltas al ritmo de la música, graciosa pero elegante, con una sonrisa estática en su rostro.
Dando vueltas y vueltas por los aires...

viernes, 7 de octubre de 2011

Hoy afuera llueve.
De a ratos poquito,
de a ratos un poco más fuerte.


Hoy adentro también llueve.
Y ya no sé cómo protegerme.

jueves, 6 de octubre de 2011

Cuando el sol nos queme las espaldas.
Cuando nuestra piel esté curtida y nuestros labios resecos.
Cuando una canción se vuelva himno.
Cuando estemos dispuestos a dar la vida por ver sus sonrisas.
Cuando estemos expectantes a lo desconocido.
Cuando un abrazo se vuelva vital.
Cuando queramos prolongar nuestra infancia para siempre.
Cuando las risas se mezclen con los llantos.
Cuando todas las almas se vuelvan una.
Cuando las respuestas más lógicas se encuentren en los juegos.
Cuando los kilómetros que nos separan se vuelvan invisibles.
Cuando sus voces nos hagan sentir vivos de nuevo
Y cuando finalmente nos volvamos a dar la mano...
...sabremos que hemos llegado a casa.


Falta poco, espérennos.

martes, 27 de septiembre de 2011

-Mirá, ¿ves eso de ahí?
-Qué cosa ¿esa línea a lo lejos que parece que no termina jamás?
-Sí. Es el horizonte.

-Ah, ¿eso era? Cuando la gente habla del horizonte lo hace con muchísimo respeto, hasta casi con temor. Pensé que era algo más majestuoso...
-¡Ah! Pero si el horizonte debe ser respetado, muy respetado. ¿Sabés que espera en el horizonte?

-¿Qué?
-El futuro
-¿En serio? ¿el futuro todo entero?
-Así es. Y no importa cuánto te esmeres en timarlo. El horizonte siempre estará a kilómetros de distancia. Eso es para que nadie pueda espiar su futuro con anterioridad.
-¿Y por qué no podemos espiar nuestro futuro? Después de todo...es nuestro.
-Porque sino ya no existirían las sorpresas...ergo, nada por lo que vivir.
-Y...¿todas las personas tienen que hacer su camino al horizonte?
-Sí.
-¿Yo también?

-Sí.
-¿Y vos no me podés ayudar?
-No.
-...tengo miedo
-Como todos. No puedo construír tu camino por vos, pero si querés, te puedo acompañar en el trayecto.
-¿Me das la mano?
-Ahora podemos hacer este instante eterno.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Él mide 1.94m, ella apenas llega a 1.52m.
Él disfruta tomar sol un domingo a las 4 de la tarde, ella es feliz escribiendo poesías un sábado a la madrugada.
Él sueña con tener un auto, ella se esfuerza para poder comprarse una bicicleta.
Él prefiere los acordes menores, ella los mayores.
Él encuentra el placer en un plato de papafritas, ella se desvive por el chocolate.
Él contiene los estornudos, ella llora siempre que ríe.
Él duerme boja abajo, ella sufre de insomnio.
Él tiene siempre las manos y los pies fríos, ella siempre tiene las mejillas rosadas.
Él adora el norte, ella prefiere el sur.
Él duerme la siesta, ella hace natación
Él pierde el apetito siempre que discuten, ella su sonrisa.
Él la extraña por las noches, ella lo idealiza en las mañanas.
Él nunca le dijo que la amaba, ella nunca necesitó escucharlo.
Otras dos piezas que encajan perfectamente...

domingo, 18 de septiembre de 2011

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hoy quiero soñar sueños ajenos,
y poder sentirme un poquito más parte
de esta realidad absurda.

martes, 13 de septiembre de 2011

Descargo.

No entiendo a la gente que...

-Revisa el pañuelo después de sonarse la nariz
-No entiende que existen los auriculares y éstos deben ser usados
-Usa las palabras "mogóligo", "negro" o "retardado" como insulto
-Escupe compulsivamente
-Es racista
-Intenta conversar conmigo con los auriculares puestos
-Usa la palabra "sorry" o "gordo/a" en sus conversaciones cotidianas
-Nunca se rió con Les Luthiers
-Me obliga a hacerme un facebook
-Se hace la dormida en el colectivo para no ceder el asiento
-Mastica con la boca abierta
-Desconoce la empatía

-Se ve cegada por el nacionalismo
-Iguala pasión con violencia
-Se siente afectada por este post, ya que no debería ser motivo de preocupación para nadie lo que yo pueda llegar a pesar o decir acerca de otros.


Aclaro, como es mi costumbre, que este post no hace alusiones personales de ningún tipo. Son sólo generalidades que no logro comprender. En caso de estar en desacuerdo con alguna de las cosas mencionadas, por favor, siéntanse libres de expresar su disconformismo. 

viernes, 9 de septiembre de 2011

Y me pesan los brazos. Me pesan las piernas. Me pesa la consciencia...
Camino, pero mi andar es un andar rutinario, cansino, un mero traslado del punto A al punto B; y dios no permita que haya un punto C, porque siento que no me alcanzaría la energía.
Me cuesta horrores levantar la frente, sacar los ojos del suelo, mirar qué demonios hay adelante. Pero con mucho esfuerzo, lo hago.
Y ahí estaba. Tan bonito.
Estaba demasiado lejos como para distinguirlo con claridad, pero que era él, no había dudas. Se podía sentir su aroma invadiéndolo todo. Acelero el paso, cómo evitarlo. De a poquito se fue acercando. Al principio despacito, tímido, pequeñito. Después se hizo más grande, más fuerte, más veloz.
De pronto estuvo frente a mí.
Nos miramos durante un largo tiempo, sin hablar. Cualquier palabra estaría de más. Era el reencuentro de dos viejos amigos que sólo necesitaban una mirada sincera para tener la certeza que gozarían de su mutua compañía por un largo tiempo.
Y ahí estaba yo.
Y ahí estaba él. El optimismo.
"Qué lindo encontrarnos de nuevo", pensamos.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Volver a nacer.

Su vida entera había sido
un ir y venir de promesas no cumplidas,
de intentos fallidos,
de recuerdos enterrados en el olvido.

Con miedo a lo que pudiera encontrar
miró su imágen en el espejo,
y todo lo que nunca quiso ser
la contemplaba desde su reflejo.

Decidió entonces que no iba a tolerar
que todas las decepciones
que alguna vez le habían tocado vivir
le impidieran volver a brillar.
Quería que no más lágrimas

opacaran su sonrisa,
escribió un poema de amor y se lo dedicó a sí misma.
Quería cerrar los ojos y llegar al cielo,
y saber cómo era no sentir miedo.
Quería ser viento, marea y sol
y también quería ser una canción.
Al saberse merecedora de todas estas cosas

no pudo más que llorar,
pero ahora sus lágrimas eran más dulces
de lo que alguna vez pudo imaginar.
Finalmente, se convirtió en lo que siempre había sido:
un sueño no vivido,
una historia en un pergamino,

Un abrazo en el vacío.

A Belén.

sábado, 27 de agosto de 2011

Decenas de miles de pasos valientes que recorren el país de norte a sur, de este a oeste. Una voluntad que no conoce fronteras. Un propósito que va más allá de la comprensión de unos pocos infelices.
Los derechos y deseos se unen y se vuelven uno: una fuerza imparable que continuará luchando hasta que aquello que debería ser suyo se vuelva realidad.
Nada parece deneterlos, ni el humo, ni el agua, ni siquiera esa voz perversa que sale del suelo y las paredes, susurrando que alguien tiene que pagar.
Las trabas sólo parecen fortalecerlos. Crecen. Se vuelven más inteligentes. Son más. 
Responden a la furia con paz, y eso parece ser lo que más enfurece al demonio.
Un disparo. La muerte injustificada de un inocente.
Los pasos se detienen.
El demonio sonríe, satisfecho.


Mientras, al otro lado de la cordillera, alguien llora de empatía.

viernes, 26 de agosto de 2011

Rara.

Hoy todas las cuerdas de mi guitarra suenan igual.
hoy el mate siempre está lavado,
y lo dulce es igual a lo salado.
Hoy las mariposas en el estómago se sienten como náuseas.
hoy el sexo es un beso en la mejilla,
y el orgasmo una simple caricia.
Hoy no puedo mirar al cielo.
hoy el suelo esta arriba, abajo y a los costados
y las risas son muy parecidas a los llantos.
Hoy todo es igual, pero a la vez muy distinto,
hoy no sé lo que siento o lo que quiero sentir.
Hoy sólo espero que sea mañana.

domingo, 21 de agosto de 2011

Ipso Facto

Salió de su casa con un aire optimista, triunfador. Sentía que, de alguna manera, el mundo era suyo. Estaba seguro de que nada ni nadie podría detenerlo, ya había ganado todo lo que había para ganar. 
Caminó sin prisa pero sin pausa por un tiempo difícil de determinar; pudieron haber sido horas, o tan sólo breves minutos. No lograba comprender por qué, pero estaba teniendo una leve dificultad para llevar consciencia del paso del tiempo.
Ese día era diferente. Todo a su alrededor se movía en una frecuencia distinta a la normal, a la que estaba acostumbrado. Parecía no poseer las cosas de la misma manera que siempre. La gente pasaba a sus costados como una nube borrosa, distante, a una velocidad inmensurable. Le costaba enfocar las imágenes, nada se veía con claridad. Los párpados le pesaban, le pesaban demasiado. La ropa le quedaba grande. Sus zapatos ya estaban demasiado embarrados. Las cuadras le resultaban mucho más largas. Las calles no eran como las recordaba. Y la gente tampoco. Todos se movían más rápido que él, casi sin percatarse de su presencia.

De golpe, se sintió pequeño. Minúsculo. Se sintió...nada. 
Se sentó en el banco de una plaza, abatido, desconcertado, desconsolado. En un abrir y cerrar de ojos todo lo que creía conocer había cambiado, y no encontraba la manera de adaptarse a este nuevo mundo que tocaba a su puerta. Miró sus manos torpes y cansadas, estaban arrugadas.
Una lágrima cayó débilmente de un ojo que creía haber visto todo, pero que en realidad no había visto nada. Entonces, su vida pasó caminando altanera por su lado, y le dedicó una breve mirada y una sonrisa de suficiencia. Y ese hombre que pasó sus años navegando en mares de ignorancia, sólo pudo preguntarse:
¿Cuándo fue que envejecí tanto?

sábado, 13 de agosto de 2011

Pánico.
Hay personas en la calle, personas que no me quiero encontrar.
Venden vidas de personas venidas a menos, obligando a gente inocente a perderse en una nube de humo de cigarrillo. Cerrando todas las salidas de emergencia.
Imprimen en las mentes de los distraídos la idea del amor perecedero.

Juegan en las alcantarillas a descocer muñecas de trapo, mientras destruyen las fantasías de los niños con palos de criket. 
Hacen temblar el piso de los vacilantes. Ahogan en barro a las musas de los artistas.
Me buscan pero no me encuentran.
Intentan seguir mi rastro pero les es imposible.
Porque yo soy un eslabón perdido. 
Soy un recuerdo impreso en unas pocas palabras. Y permaneceré intacta, a salvo de las tempestades y librada a la interpretación de los afortunados que logren escapar de la tormenta.
Trascender.
Ser inmutable.
Convertirme en una utopía.

Ver más allá.



lunes, 8 de agosto de 2011

TAREA PARA EL HOGAR:

Encontrarse una anomalía psicológica y lograr reírse de ella sin buscarle explicación alguna.

¿La mía?

Últimamente escucho la voz de Aníbal Fernández en todos lados...

jueves, 4 de agosto de 2011

simples pensamientos, disculpen

Considero que hoy en día las cifras y todo lo que éstas conlleven, están sobreestimadas. Quiero decir que (y espero se me disculpe por ser tan reacia a todo aquello que implique el uso de una ciencia exacta), a los números, las estadísticas, los cálculos, etc. se les da un uso y una relevancia que a mi creer, va más allá de lo necesario. ¿Por qué todo tiene que estar necesariamente condicionado por una cifra, un horario, o una medida? ¿Por qué nuestras acciones, estimaciones y especulaciones se basan en números que restringen cualquier tipo de libertad de ese mismo accionar?
Soy plenamente consciente de que "Sí, las matemáticas, la física y demás ciencias exactas son absolutamente necesarias para la vida y bla bla blaaa..." Pero, creo firmemente que todas nuestras respuestas, pensamientos y suposiciones estarían mucho más abiertas a la imaginación, y resultarían mucho más interesantes si nos librásemos por unos instantes de esos benditos números.
-¿Cuánto pesas?- Peso mi piel, mis músculos, mis huesos y mi conscicencia.
-¿Cuánto medís?- Mido toda la distancia que separa mi cabeza del suelo
-¿Cuánto tardás en llegar al colegio a la mañana?- Más que en ir al kiosco, pero definitivamente menos que en llegar a Villa Gesell

-¿Cuánto dura la película?- Lo suficiente como para escuchar la discografía entera de Nirvana mientras la ves
-¿Qué te sacaste en la prueba de geografía?- una muestra de mi regularidad como estudiante.



Y así podría seguir un rato...Pero en serio, permítanse a ustedes mismos intentar comunicarse por algún rato (y por favor no lo cuenten) sin números, resulta muchísimo más complicado e interesante.
Y pido disculpas por no haber aportado nada a este blog en el día de la fecha, pero me parecio vital para mi salud mental el decir estas cosas....Gracias.

lunes, 25 de julio de 2011

Volar.

Saboreando margaritas, pensando en lo que no fue.
Mirando el sol cambiar de forma, peinando viejas ideas.
Llorándole a  las nubes que pasan, bebiendo mares de incertidumbres.
El tiempo corre sin hacerse notar.
Las horas pasan, yo sigo en el mismo lugar.
Escondida debajo de mi cama, echando raíces.

Alimentándome de recuerdos que aún tengo que fabricar.

Inventando rimas nuevas,
Intentando descubrir aquello que desconozco.
Algún día lo lograré.
Talaré todas las ramas que me sostienen.
Abriré las ventanas de la vida,

Y partiré hacia aquel mundo de sorpresas.
No sé cuándo, no se cómo, no se con quién.

Pero sé que algún día lo lograré.
Algún día cambiaré mi rumbo.

jueves, 7 de julio de 2011

Creo que encontré un enemigo común para todas las personas: el espejo.
A primera vista puede parecer inofensivo, inclusive hasta bastante útil...nada más alejado de la realidad. Si nos tomamos unos minutos (no muchos) para pensar en las consecuencias que pueden traer un simple reflejo en el espejo, les puedo asegurar (y por favor no se ponga en duda mi palabra), que se nos pondrían los pelos de punta a más de uno.
Lo que pasa es que nunca nadie miró realmente su reflejo en el espejo; nunca nadie le prestó una detenida atención a esa imágen en la pared que nos mira como quien no quiere la cosa. Y es así como todo acerca de nosotros nos parece corriente, no presenta ningún tipo de alteración a nuestra forma de vida (y por favor no se me malinterprete, no estoy hablando de banales cuestiones estéticas). Mi punto es que...el rostro que menos conocemos es el nuestro propio. Nadie nunca estuvo tanto tiempo mirándose a un espejo como para conocer hasta el último detalle de su anatomía, ni nadie fue jamás lo suficientemente introspectivo como para saber qué es lo que le pasa por dentro, y tampoco le interesa saberlo. Y esto, señores, es por miedo. Miedo a lo que se pueda encontrar, miedo a descubrir la verdadera persona que somos, a actitudes que se  reprimieron toda la vida y están luchando por salir, a comprender que nunca comprenderemos nada, a darnos cuenta que somos todo lo que más odiábamos y nunca seremos lo que siempre quisimos ser, miedo a descubrir que en realidad no somos nadie.
Es por esto que siempre resulta tan fácil criticar a otros. Ver que no nos gusta su ropa, que no nos gusta lo que hizo con su pelo, que tiene una voz insoportable, que es un imbécil, un desconsiderado, un necio, un soberbio, una mala persona...Pero, ¿y vos qué? ¿Vos no sos nada de eso? ¿Por qué no dejás de opinar acerca del otro y te ocupás un poco de tus miles de defectos? Y bueno...eso es porque no querés admitir que los tenés.
He ahí mi conclusión. No es ni buena, ni mala, ni simple, ni sofisticada. Es. Y yo también soy. Y me da miedo ser.

martes, 28 de junio de 2011

En cuanto desperté supe que algo no andaba bien.
Era raro, como si de repente todo mi cuerpo me pesara menos. Me resultaba dificil moverme, parecía que todo a mi alrededor tenía más fuerza que yo. Curiosamente no me importó, como casi todas las cosas en los últimos días. De todas maneras resultaba un poco molesto: dar un solo paso me tomaba alrededor de 30 segundos, y tenía que hacer muchísima fuerza para llegar al suelo; la más mínima brisa me arrastraba por todas partes; y  estaba transpirando bastante más que de costumbre...
"Qué complicado resulta todo", pensé.  A la vida no le bastaba con llenarme de piedras, baches y tornados el camino, además me tenía que hacer intangible y liviana como una pluma para que me fuera directamente imposible seguir ese camino. 
La situación se estaba agravando, ahora mis pies habían comenzado a desvanecerse. Naturalmente, las condiciones en las que me encontraban no podían de ninguna manera ser las reales; debía tratarse meramente de una alucinación, producto de hacer una proyección en mi propio cuerpo de lo que yo creía que era mi relación con el mundo: al mundo no le importaba que yo existiera, y a mi no me importaba existir en el mundo.
Ya había perdido mis piernas, y ahora mi torso estaba siendo la víctima de este inexplicable cambio en mi fisonomía. Estaba experimentando una serie de sentimientos encontrados: por un lado, sería una pena no poder ya disfrutar de una caminata en otoño un domingo por la tarde; pero por otro lado, la idea de tener la capacidad de volar libremente sin algo que pegara a la tierra resultaba más que tentadora.
A estas alturas, el dilema ya importaba poco. La única parte que restaba visible de mi cuerpo era mi cabeza. Primero, desarapecieron mis orejas, después mi pelo, después las cejas, después el mentón, después los cachetes, después los ojos...Lo último en desaparecer fue mi boca. Ésta sonreía, ya que había descubierto que mi cuerpo no había simplemente desaparecido, se había evaporado (muy poéticamente, si se me permite decir) en el aire, y había creado mi propia nube.
Esta nube recorrió sin apuros todo el mundo, se fue uniendo a otras y haciendo más grande, hasta conformar una inmensa nube que cubría toda la tierra. Y de pronto, comenzó a llover.
Y fue así como logré llegar a todas partes del mundo: mojé las mejillas de una anciana en Nepal, limpié las manos de una niña somalí, arruiné el peinado de una joven canadiense, humedecí los labios de un frencés enamoradizo, resbalé en la caparazón de una tortuga gigante en las Galápagos, y cambie los planes de un grupo de amigos en la costa de Brasil.
Lo más curioso es que...nunca antes había sido tan feliz como en aquel primer día de mi no vida.

lunes, 20 de junio de 2011

mis muertos en el cajón

Sin afán de presumir, regodearme o jactarme de nada, decidí hacer una breve mención de ciertas cosas. Cosas que no estoy muy segura que diría si alguien me las preguntara a la cara, o por lo menos lo pensaría varias veces antes de responder.
Léase atentamente que no recurro a este medio para desahogarme y ahorrar los pesitos de terapia. Simplemente me pareció oportuno sincerarme un poquito más con el mundo, y dejarle las cosas lo más claras  posibles a aquellos que tengan la voluntad de leerlas (de más está aclarar que aquí nadie está obligado a nada).
Aclarado ya todo, les doy la bienvenida a esas cositas que puede que Candela nunca te cuente:



- Una vez me hice el alisado permanente
- Tuve piojos hasta avanzada mi pubertad
- Después de 5 años de tocar la guitarra, aún me es imposible afinarla sin ayuda de mi afinador
- Durante varios años de mi educación primaria, estuve segura de que iba a terminar siendo lesbiana
- Tengo un severo fetichismo con la gente pelirroja
- Una vez me puse a bailar frente al espejo para ver cómo lo hacía

- Cuando digo que no tengo monedas para prestarte, sólo la menor parte de las veces es cierto
- Aún conservo mis CDs de Bandana, Avril Lavigne, Hilary Duff y ABBA teens

- Tengo muchas ganas de volver a tener un álbum de figuritas para completar
- Me hice pis en la cama como hasta los 5 años
- Yo también le pedía a la gente que me firmara el fotolog
- Veo cuanto reallity de Sony o People & Arts se me pase por enfrente
- Me siento capaz de decir estas cosas porque sé que sólo lo leerán alrededor de 2 personas



Mi nombre es Candela Paruelo y soy así. Mucho gusto.

martes, 14 de junio de 2011

sábado, 11 de junio de 2011

Pensando en vos me puse a caminar. Pasé por diferentes lugares y noté que las cosas estaban ligeramente distintas...
Caminando de costado, me topé con una nube en la vereda. Me tropéce y caí hacia arriba y enseguida me levanté para abajo.
Ví un águila agotarse del planear en el infinito. Descendió y se tómo el subte, la línea D.
Al llegar al mar, contemplé la puesta del sol por el norte. Las olas me perseguían por la izquierda, por la derecha, por adelante y por atrás.

Tomé un puñado de arena y no se me escapó ni un sólo granito. Agarré 4 tiras de agua y me puse a hacer macramé.
Pasé por Córdoba sin oír ni un solo cuarteto. Los cordobeses se habían vuelto alérgicos al fernet.

Pude llegar caminando hasta Italia, y el Atlántico no se interpuso en mi camino. Ví a la Torre de Pizza caerse para el otro lado.
En Francia se les había acabado el queso, el vino y el paté. Ahora se bañan todos los días.
Emocionada arribé a África, y disfruté viendo a los animales en jeeps fotografiando compulsivamente a hombres asustados y perdidos.
Ya de vuelta en mi habitación, me miré al espejo. Mis brackets habián sido reemplazados por pequeños caramelos masticables. Y mi pelo lacio era amarillo como el sol.
Sin alarmarme me recosté en la cama, sonriendo. Mientras me iba dando cuenta de cómo rompías con todos los esquemas (los del mundo y los míos), pensaba: cómo me encantás.

domingo, 5 de junio de 2011

cosita para vos.

23, 24, 25, 26, 2....2....uy, perdí la cuenta. Vamos de nuevo: 1, 2, 3, 4, 5....no, definitivamente es imposible, ¡tenés demasiadas pecas !
Te digo esto y al principio te ofendés. Te miro un ratito a los ojos hasta que te das cuenta y te empezás a reír. Te reís un poco más fuerte. Te estás riendo demasiado. Me estás empezando a preocupar, tu cara está de un dudoso color bermellón. Te seguís riendo como si tu vida dependiera de ello; lo curioso es que parece que al reírte en realidad estás perdiendo la vida.
Me causas gracia. Me empiezo a reír yo también, aunque poquito, ya estoy bastante acostumbrada a que te pasen estas cosas. Al rato paramos y esperamos a que se los relajen las mejillas.
Después te ponés seria y me decís que tenés un grave problema. Me lo decís con una cara tan trágica que pienso que me vas a contar que te tenés que ir del país por 6 años. Finalmente me empezás a contar aquello que te atormenta. Te alterás bastante, decís que no entendés nada ni a nadie, que das vueltas, que te dan vueltas, que no sabés que hacer, que estás confundida, que te dijeron algo pero capaz te querían decir otra cosa, que no sabés lo que te gusta o lo que no te gusta, que sentís que estás a punto de colapsar mentalmente.
Mientras hablás infinitamente a una velocidad incomprensible, mezclando palabras, haciengo miles y miles de gestos porque no sabés expresarte, yo me voy dando cuenta que estás exagerando.
Te digo: "pará, pará....calmate un poco." Te pongo los pensamientos en orden. Te hablo con voz tranquila y pausada. Intento tranquilizarte. Finalmente lo logro. Me pegruntás cómo podía entender lo que me estabas diciendo, porque ni vos misma te entendías. Te contesto: "porque te conozco. Te conozco bien". Sonrío. Sonreís. Me das las gracias por ayudarte.
No, gracias a vos por hacerme ser lo que soy.

lunes, 30 de mayo de 2011

La hora sin nombre

¿Quién soy?
Soy la figura que espera en el horizonte
Soy el deseo más profundo y oculto,
aquel del que luego intentarás escapar.
Soy madre e hija de todos tus temores
Soy la caricia que limpia tus lágrimas,
después de ser la pena que te las provocó.
Soy el amante más discreto y apasionado
Soy la delicia más pura,
aquella que nadie se atreve a probar.
Soy la cura a ese dolor que tanto me gusta provocarte
Soy el sueño que se sueña despierto,
y se vuelve realidad con un cerrar de ojos.
Soy el punto final de cada oración
Soy lo único que ves cuando todo lo demás
comienza a desaparecer.
Soy el comienzo del mejor final.
Soy poco. Soy mucho. Soy nada. Soy todo.
Soy la hora de perecer.

martes, 17 de mayo de 2011

Sueños.

Anoche soñé que trabajaba en una fábrica de pipas y alpargatas, y el presidente de mi sindicado era Charles Chaplin. Mientras trabajábamos se podía escuchar como música de fondo a Pedro Guerra, a Sabina y a Piazzola. A la hora del almuerzo, Saramago me estaba esperando en la puerta para llevarme a comer unas bananas fritas a Cuba. Accedí sin pensarlo. Mientras degustábamos nuestra comida frente a un mural del Che, Saramago me ofreció hacer con él y con Sábato un tour personalizado por América Latina en las vacaciones de verano, porque los dos iban a estar libres por la fecha. Cuando terminamos, me llevó hasta mi casa en el sidecar de su scooter; como había tiempo, aprovechamos y visitamos unos amigos en La Quiaca, Rosario y Carlos Paz. Cuando llegué a casa me sentí invadida por una inspiración que nunca había experimentado, era mágica. Me senté y empecé a escribir la más hermosa de las historias, mientras tomaba unos mates infinitos con las facturas de crema pastelera más dulces del planeta.
Al rato me desperté, y resulta que me había sacado un 2 en matemática y para almorzar había arroz con brócoli. 

Qué lindos que son los sueños.

martes, 10 de mayo de 2011

Sólo soy el recuerdo de lo que alguna vez pareció el comienzo de un gran futuro. Supongo que ese futuro ahora se resume tan sólo a eso, un breve comienzo

lunes, 11 de abril de 2011

"No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo."


jueves, 31 de marzo de 2011

Ella es Carmen. Carmen mide 1,62m, pero le gustaría medir 1,65. Su pelo es marrón clarito, pero ella se pone feliz al decir que es un "bello castaño cobrizo". Su piel es bastante pálida, y bien decorada por una buena cantidad de lunares de todas las formas y tamaños. Más de una vez le dijeron que su voz no corresponde a su cara, que más bien parece la de una ginecóloga que ronda los 50, lo cual es bastante curioso, porque ella es docente de nivel primario, y hace alrededor de un mes cumplió 36. Respecto a lo físico, no hay mucho más que destacar.
Carmen trabaja por la mañana en una escuelita en el barrio de Avellaneda. Ella afirma con absoluta convicción que se enorgullece de no haber pisado jamás un colegio privado, pero por lo que nos consta, más de una vez miró con deseo las aulas del England Green College.
Cada mañana se levanta a las 6.15, se pone la ropa que dejó preparada la noche anterior y prende la tele para chequar la temperatura. Después de tomarse entre 5 y 6 mates, se va a lavar los dientes. Cuando se mira al espejo Carmen no ve más que a una extraña, pero ella no lo sabe. 7.05 Carmen ya está arriba del colectivo, revolviendo su cartera en busca de sus auriculares. Es una tarea bastante difícil, teniendo en cuenta el elevado número de cosas que se pueden encontrar en la cartera de Carmen. Entre ellas, una cartuchera; 2 cuadernos oficio y una carpeta de 3 solapas; un paquete de mentas abierto; un rimmel del cual ella no tiene registro; 8 o 9 monedas de 5 centavos que le da de vuelto la máquina del colectivo; un libro (probablemente de Isabel Allende) y un paquete de carilinas.
Cuando baja del colectivo, Carmen camina con pasos cortos pero ligeros. Más o menos cada 4 metros ella chequea que no haya baldosas flojas en su camino. Camina optimista, casi de buen humor. Carmen se cree completa y feliz mientras su vida transcurre su año número 37. Carmen no se encuentra nada raro en su pasado.
Carmen no sabe que sus papás le habían puesto Julia.

jueves, 17 de marzo de 2011

Ese fue probablemente el regreso a casa más largo que hubiera hecho en su vida. Sus pies le resultaban tan pesados que apenas podía caminar, pero a la vez tan ligeros que no podía determinar si realmente estaba parada en algún lado. Hacía rato que sentía que flotaba a la deriva, y aquello no parecía que fuera a cambiar pronto.
Aún daban vueltas en su cabeza todas y cada una de aquellas palabras, como despiadadas voces que disfrutan del placer de ser testigos de la progresiva destrucción de su cordura. De vez en cuando una de esas voces daba un grito voraz que desgarraba un poco más su corazón y la hacía perder el equilibrio.
Sentía que la palabra "pena" había dejado de tener sentido hace tiempo; ella ya había ido más allá, mucho más allá en ese inacabable túnel al desasociego. De nada servía ya llorar. Las lágrimas saladas ya no sanaban, sólo hacían arder al rojo vivo las heridas. Lo único que anhelaba era poder comer su propia carne y beber su propia sangre, y desaparecer en el infinito abrigo de la noche.
Sus trémulos pasos resonaban estridentes en oscuro pavimento de la calle desierta, y por un breve pero magnífico segundo, sintió que aquel mundo feroz le pertenecía. Supo que si se lo proponía, podría hacer suyas todas las alegrías de la tierra, porque ella ya habia visto, oído, olido y probado lo peor, y ahora tenía la certeza de que todo lo demás le resultaría una hermosa cosquilla en los pies. Porque después de todo, pensó, luego de tocar fondo sólo resta subir; subir y subir hasta que sus manos se quemen con las estrellas y pudiera disfrutar de ello.
De pronto el camino a casa dejó de ser largo, porque ella ya había llegado a casa hace tiempo...
La lágrima cayó de su ojo y recorrió su mejilla. Al llegar a la boca ésta la probo, y, para su sorpresa, le encontró el más dulce de los sabores.

jueves, 10 de marzo de 2011

"Todo, incluso lo más banal, chocaba dentro de mí en el mismo punto con un mazazo silencioso y continuo. Todas las mañanas que pasaban ayudaban a raspar pieles de mí, a romper cáscaras de huevo, y después de cada una la cabeza se alzaba un poco más, algo más libre, hasta que mi humanidad eclosionaba como un hermoso pájaro con cabeza de depredador saliendo de la destruída cáscara del mundo."

martes, 8 de marzo de 2011

¡Pero yo no quiero más!
Si lloro es porque no lo quiero, si grito es porque ya no lo tolero.
Lo que busco es ese quiebre, esa salida oculta.
Quiero correr hasta que se terminen todas las rutas. Quiero vomitar todos mis órganos hasta quedar vacía por dentro, y sentirme ligera como el aire.
Quiero pararme en esa pradera desierta y gritarle al cielo: ¡BASTA!

lunes, 7 de marzo de 2011

Parecería una noche como cualquier otra en el mundo de las ratas. Las nubes espesas apenas dejan entrever la luz de la luna. El aire húmedo se condensa en las calles desiertas. El silencio es tan sepulcral que hace a uno preguntarse si realmente esta allí. A lo lejos, se escucha el desesperado maullido de un gato solitario.
De pronto se sienten unos pasos débiles y pausados, seguidos por una sombra tímida. Asomándose por la esquina, aparece la figura de un hombre. Se trataba de un anciano de rostro arrugado, piel curtida y con unos pocos pelos blancos. Estaba encorvado, y sus extremidades se movían con una extrema lentitud, parecían sumamente débiles. Sin embargo, el hombre camina sin detenerse, sin dejar que aquel mundo infernal intimide su apariencia de poca cosa.
Pero no permitan que su figura minúscula los engañe. Ese anciano de pelos blancos que se pasea por la oscuridad, si de verdad lo quiere, puede resultar su perdición. Si se lo propone puede causar el más profundo de los dolores. De nada sirve esconderse, él te va a encontrar dondesea que estés y no te dejará siquiera rogar por piedad. Si se lo ve acercándose, de nada sirve huír, ya es demasiado tarde; y lo único que se puede anhelar es que la tortura sea breve. Porque en ese mundo de caos y destrucción, en ese mundo donde la alegría se asemeja a la anarquía y la represión es moneda corriente, él es quién manda.
Porque en el mundo de las ratas, él es el rey.

domingo, 6 de marzo de 2011

"Escapemonos" me dijiste un día. Parecía que ni lo pensaste, y sentías orgullo de tu espontaneidad. Me dijiste que querías escapar del asfalto. Me dijiste que ya no querías ser presa de la rutina cuadrada. Me dijiste también que querías conocer el mundo y todos sus cielos. No te preocupaba ni el cómo ni el dónde, sólo te concentrabas en el cuándo y en el quiénes: vos y yo en ese preciso instante. Después todo el mundo podría pertenecernos si así lo queríamos. "¿Y el por qué?", te pregunté yo. "Porque quiero ver el sol reflejado en tu sonrisa todos los días", fue lo que me contestaste.
Me tomaste de la mano y no me dejaste respirar. Comenzaste a correr y el viento en la cara te extaciaba. No podías parar de reír. Yo te seguía con una clara expresión de sorpresa reflejada en el rostro, preguntándome qué nos depararía nuestro futuro. Pero luego me di cuenta que no me preocupaba, que si correr días enteros tomados de la mano era necesario para hacerte feliz, entonces yo lo haría con gusto. Contuve la respiración por un instante y me detuve a contemplar el abismo de tu mirada...
"Escapemonos" te dije yo.

sábado, 5 de marzo de 2011

Si supieras lo mucho que me afectó, las noches de insomnio que me costaste y el apetito que me hiciste perder. Si pudieras enterarte de la angustia que me provocaste vos y todo lo que pasó. Si pudiera hacerte entender el asco que sentía por mí misma después. Si pudiera expresar con palabras el arrepentimiento, sé bien que éstas no serían suficientes.
Si tan sólo fueras consciente de las ganas que tengo de pedirte perdón.

jueves, 3 de marzo de 2011

Los pies golpean con fuerza el asfalto caliente. Las piernas cansadas se esfuerzan por llegar un poco más lejos. Los brazos se agitan con fuerza, inapacibles. Las gargantas hinchadas y enrogecidas se hacen escuchar. El sol golpea sobre las cabezas siempre en alto. Las frentes sudadas luchan contra el abatimiento. Las miradas brillantes buscan el horizonte. El espíritu inagotable se eleva radiante entre la multitud persistente. Las manos curtidas asen con fuerza las banderas, y éstas ondean victoriosas muy cerca del cielo.
Cientos de almas luchadoras. Cientos de almas inagotables. Cientos de almas con esperanza. Cientos de almas fabricando su futuro.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Quiero volar,
lejos de aquí escapar.
Dime mi bien,
¿quién me llorará?
si me dan alas y echo a volar.
Quiero dormir,
no quiero despertar.
Quiero ser la lluvia al otro lado del cristal
quizás alguien me espere
en la oscuridad...
quiero volar.

martes, 1 de marzo de 2011

Es una satisfacción particular pero igualmente similar a otras. Es un placer comparable a un abrazo sincero, a una sonrisa espontánea. También es bastante parecido a reconocer una cara amiga en una multitud desconocida.
No tiene nada que ver al placer de rascarse o al de bostezar mientras nos estiramos, no. Y ni hablar de correr a toda velocidad y con los ojos cerrados, eso tampoco. Es más bien como bailar sin seguir el ritmo de la música, como comer nuestra comida favorita o saber que podemos dormir hasta tarde.
Es una de esas cosas super chiquititas que no te dan tiempo a disfrutarlas del todo como corresponde. Es algo efímero, pero que podemos lograr que dure para siempre.


Es la alegría de verte reír de nuevo

lunes, 28 de febrero de 2011

No importa la hora, el lugar, ni las circunstancias, vos vas a salir.
No importa que sea con llantos o con risas, vos vas a salir.
No importa si es solo o acompañado, vos vas a salir.
No importa que sea con esfuerzo o al azar, vos vas a salir.
Te prometo que vas a salir.

domingo, 27 de febrero de 2011

"Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban al aire."

sábado, 26 de febrero de 2011

Dime tu nombre mujer.

Dime tu nombre mujer.
Dímelo para que pueda saber cómo se siente el escucharlo. Dime tu nombre para que pueda grabarlo con fuego en mi memoria. Déjame perderme en su belleza y creerlo único. Déjame repetirlo hasta el cansancio. Dime tu nombre para poder escribirlo cuando ya haya perdido la voz de tanto pronunciarlo. Dímelo para que pueda sonreír cada vez que piense en él. Dime tu nombre para que pueda saber que sólo eso basta para ser feliz.
Dime tu nombre mujer.
Sólo dime tu nombre.

viernes, 25 de febrero de 2011

nunca pares

La mirada. La sonrisa. La sonrisa ante la mirada. El sueño. El sueño de la sonrisa ante la mirada. La imaginación. La imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. La alegría. La agregría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. Los nervios. Los nervios que aparecen por la alegría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. Las mariposas. Las mariposas que revolotean por los nervios que aparecen por la alegría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. Un paso. Un paso cede ante las mariposas que revolotean por los nervios que aparecen por la alegría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. Una caricia. Una caricia le sigue al paso que cedió ante las mariposas que revolotean por los nervios que aparecen por la alegría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada. Un beso. Un beso concluye el encuentro de esa caricia que le siguió al paso que cedió ante las mariposas que revolotearon por los nervios que aparecieron por la alegría sentida por la imaginación del sueño de la sonrisa ante la mirada.

Desaparece la mirada. Se cierran los ojos.
Desaparece la sonrisa. Se transforma en pasión.
Desaparece el sueño. Se volvió realidad.
Desaparece la imaginación. Se esfuma en esa hermosa realidad.
Desaparece la alegría. Se transforma en felicidad.
Desaparecen los nervios. Se marchan como risas.
Desaparecen las mariposas. Se vuelven caricias.
Desaparecen los pasos. Se vuelven un baile
Desaparece la caricia. Se vuelve romance.


Y el beso continúa...

jueves, 24 de febrero de 2011

Y hasta la escencia del hombre más noble desaparece en su lengua, en el lamentable momento en que abre su boca.

martes, 22 de febrero de 2011

Sí, yo doy pasos largos y extraños, y altero el trayecto de mi caminata de una manera absurda, para poder pisar la mayor cantidad de hojas secas posible. Lo admito.

domingo, 20 de febrero de 2011

calesita

Vuelta.
Vuelta, caballo
Caballo galopa, auto
Auto gira, niño
Niño ríe, vuelta
Vuelta, luces
Luces brillan, sol
Sol calienta, parque
Parque, gente, vuelta
Vuelta, alegría
Alegría transformada, tristeza
Tristeza detiene vueltas
Vuelta, esperanza
Esperanza renace, niño
Niño ríe, vueltas otra vez.
Vuelta.
Vuelta, caballo
Caballo galopa, auto...
...

miércoles, 16 de febrero de 2011

No quiero más rodeos.
Quiero poder decir lo que siento cuando lo sienta.
Y quiero que los temores se disuelvan
con una simple lágrima.
No quiero más vulnerabilidad.
Quiero poder sentirme capaz de volar.
Y quiero sentir que lo hago
sin tener que despegar los pies del suelo.
No quiero más penas injustificadas.
Quiero poder reír sin ningún motivo aparente.
Y que los que estén a mi alrededor
se me unan sin ninguna razón alguna.

Hoy quiero que la vida me regale otra oportunidad.

lunes, 14 de febrero de 2011

La burda existencia

Los escritores, cuando escriben novelas, suelen hacer como si fuesen Dios mismo y pudiesen abarcar con su mirada toda una historia humana, comprenderla y exponerla sin velo alguno, revelando en todo momento su más íntima escencia. Nadie puede hacer tal cosa, ni si quiera los poetas; por el simple hecho de que ya no se escriben historias de un hombre real, único y vivo. Hoy se sabe menos que nunca lo que es eso; lo que realmente es un hombre vivo, y se lleva a morir bajo el fuego a millares de ellos, cada uno con un propósito diferente en la Tierra. Si no fuéramos algo más que individuos aislados, no tendría ya sentido alguno relatar historias.
Pero cada uno de los hombres no es únicamente él mismo.Es más, mucho más. Es el punto único y particularísimo en el que se cruzan los fenómenos del mundo. Así, la vida de cada hombre es escencial y eterna; y cada hombre, mientras viva en alguna parte y cumpla su deber en la Tierra, es digno de toda atención.
La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido por completo él mismo, pero todos aspiran a serlo; oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Alguno quizás jamás llegue a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga. Pero cada uno es un impulso de la naturaleza a ser hombre. Todos tenemos orígenes comunes; todos partimos de la misma cima, pero cada uno tiene su propio fin.

domingo, 13 de febrero de 2011

Era inesperadamente un salón largo,
con cortinas de terciopelo.
En el fondo del pasillo,
una imágen colgada del perchero.
Era como si un violoncelo se hubiera puesto a volar.
Y quebrándose entre espejos,
un fa sostenido
adornando la atmósfera del lugar.

sábado, 12 de febrero de 2011

Lucía se levanta a las 6.15 de la mañana, se viste y se prepara el desayuno. A Lucía le gusta empezar su día con un jugo de naranja y dos tostadas, ni más ni menos, porque con una le agarra hambre a media mañana y con 3 después no come el almuerzo. De 7 a 7.30 Lucía se encarga de limpiar la casa, no vaya a ser cosa que caiga una visita imprevista y no esté todo impecable. Mientras hace sus labores se puede escuchar a una banda de jazz como música de fondo, de esta manera Lucía puede sonreír mientras plancha. Ya son casi las 8, sus nietos ya deben estar levantados; mejor los llama antes de que se vayan a la escuela para desearles suerte. Ahora Lucía está de muy buen humor, por lo que saca el cd que estaba escuchando (sí, haber aprendido a usar ese aparato de música nuevo y extravagante la pone contenta),y lo cambia por uno de candombe que le regaló la cuñada de Claudia; es amorosa esa chica, realmente, y pensar que está soltera. Ahora que ya terminó de hacer todo se permite hacer unos llamaditos a las chicas, a ver cómo andan. Mejor primero la llama a la Gladys, que había tenido ese inconveniente con el hijo y quería saber cómo andaba la pobre. Qué cosa cómo se pasa el tiempo cuando se habla con Gladys, te entretenés conversando y antes de que te des cuenta ya son casi las 10.15 y mejor que empiece a preparar el almuerzo para cuando vengan los chicos del colegio. A Lucía le gusta mucho cocinar, pero no le gusta hacer las cosas a las apuradas; por eso prefiere empezar a preparar todo desde tempranito y tranquila, así tiene todo listo para las 12.30, que es cuando llegan los chicos para almorzar con su abuela. Ahora que empezó a cocinar prefiere escuchar un poco de folklore, porque tiene la teoría de que así la comida sale con más sabor. El hecho de saberse todas las canciones de cabo a rabo la sorprendió a ella misma. A las 12 ya estaba la mesa puesta y los ravioles listos en la cacerola, sólo le faltaba agregarles la salsa, pero eso mejor lo hacía antes de servirlos, porque sino se enfría. A eso de las 13.20 ya habían terminado de comer el flancito casero y los chicos se estaban aburriendo de escuchar folklore. Clarita le dijo a Lucía si podían cambiar la música y poner algo de lo que le gustaba a ella. A ella no le molestaba, por supuesto, siempre y cuando tuviera algo para escuchar y seguir el compás con los pies. Cuando la música empezó a sonar Lucía se sorprendió. ¿Qué clase de ritmos eran esos? Al principio no le gustó mucho; le resultaba todo bastante parecido y las letras eran innecesariamente ofensivas. Pero con el tiempo se empezó a acostumbrar, y hasta le dieron un poquito de ganas de bailar. Sin sentir nada de vergüenza empezó a danzar con destreza y alegría frente a sus nietos. Ellos se le rieron un poco al principio, pero después no pudieron evitar acompañarla. Y ahí estaba Lucía, bailando esa estrambótica música de ahora con sus nietos, realizando movimientos que a ojos ajenos podrán resultar un poco ridículos. Pero Lucía bailaba igual, y no le importaba nada más. Ni que los platos todavía estaban sin lavar, ni que sus vecinos probablemente estarían durmiendo la siesta, y menos que menos que esta música podría resultar inapropiada para una persona de su edad. Lucía sólo quiere bailar.

viernes, 11 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte?
Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Una mala noche. Un mal sueño. Un despertador sonando excesivamente temprano para indicarme que es hora de empezar un nuevo día con la misma alegría fingida de siempre. Me miro frente al espejo, trato de simular la mejor sonrisa pero no hay caso. Hoy va a ser uno de esosdías.
Voy caminando por la calle y la gente me resulta una mancha borrosa que se mueve muy rápido; a una velocidad innecesaria. Me encuentro con personas que conozco hace años, pero aún así no logro que me resulten familiares. Pongo cara de falso interés. Las palabras que pronuncian no son más que mero ruido, y uno bastante molesto; y las pocas que puedo articular yo se unen con desgano y forman una sola palabra incomprensible, algo así como un: mmmmienssueennotaañaanau.
Sigo caminando, ya sin espectativa alguna. Escucho el sonido de mis pasos en la calle desierta. ¿De verdad esto es la ciudad? ¿Dónde quedó todo el ruido y la gente que camina por todas partes, que ocupa todo el lugar y a veces hasta no deja respirar? No las extraño, pero no niego que me hacen falta para completar el paisaje gris en el que transcurre mi vida.
Y de pronto la vi.
Una puerta conocida, en una vereda familiar. Era como si mis piernas hubieran sido las unicas que tomaban conciencia de mis movimientos, y me hubieran llevado hasta allí por voluntad propia. Sin preguntármelo dos veces, golpeé la puerta. Pude notar una sonrisita incipiente asomando tímidamente por las comisuras de mis labios, casi sin saber por qué.
La puerta se abrió enseguida, permitiéndome ver la magia. Y me di cuenta que eso era lo único que necesitaba para estar bien. Para estar feliz.
Tu sonrisa dándome los buenos días.