lunes, 7 de noviembre de 2011

Gracias.

"Del motor del tiempo
al motor del corazón"

Se saborea ese olor particular
esas sonrisas contagiosas.
Se mastica el paso de las 
hormigas en el alambre,
el escondite de la luna.

Grandeza que desborda
grandeza humana.
Tobogán de rocas ilumina
tu nombre, Malimán.

Juntos hicimos del viento
una melodía,
logramos ser un solo camino.
Juntos, volvimos a la vida.

Nos ayudaron a detener el tiempo
y mirarnos realmente a la cara
y llorando de alegría descubrimos
lo que en realidad nos pasa,
que ustedes lograron
traernos de vuelta a casa.

1 comentario:

  1. Las tres sentadas, pensando, más bien sintiendo.
    Cada tanto nos contemplabamos. Nos mirabamos, las unas a las otras, todavía intentando plasmar lo que ocurria allá. Y salió eso. Eso tan hermoso que cada vez que lo leo lo voy a recordar todo lo que fuimos allá, lo que trajimos y lo que llevamos. Hoy siento un amor inmediato que corrompe el cosmos,tan grande como las montañas de Malimán.
    Me gustó compartir esa experiencia con vos Cande.

    Y todavía me acuerdo de la sonrisa que llevaste puesta toda la semana.

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parido por cande