domingo, 5 de junio de 2011

cosita para vos.

23, 24, 25, 26, 2....2....uy, perdí la cuenta. Vamos de nuevo: 1, 2, 3, 4, 5....no, definitivamente es imposible, ¡tenés demasiadas pecas !
Te digo esto y al principio te ofendés. Te miro un ratito a los ojos hasta que te das cuenta y te empezás a reír. Te reís un poco más fuerte. Te estás riendo demasiado. Me estás empezando a preocupar, tu cara está de un dudoso color bermellón. Te seguís riendo como si tu vida dependiera de ello; lo curioso es que parece que al reírte en realidad estás perdiendo la vida.
Me causas gracia. Me empiezo a reír yo también, aunque poquito, ya estoy bastante acostumbrada a que te pasen estas cosas. Al rato paramos y esperamos a que se los relajen las mejillas.
Después te ponés seria y me decís que tenés un grave problema. Me lo decís con una cara tan trágica que pienso que me vas a contar que te tenés que ir del país por 6 años. Finalmente me empezás a contar aquello que te atormenta. Te alterás bastante, decís que no entendés nada ni a nadie, que das vueltas, que te dan vueltas, que no sabés que hacer, que estás confundida, que te dijeron algo pero capaz te querían decir otra cosa, que no sabés lo que te gusta o lo que no te gusta, que sentís que estás a punto de colapsar mentalmente.
Mientras hablás infinitamente a una velocidad incomprensible, mezclando palabras, haciengo miles y miles de gestos porque no sabés expresarte, yo me voy dando cuenta que estás exagerando.
Te digo: "pará, pará....calmate un poco." Te pongo los pensamientos en orden. Te hablo con voz tranquila y pausada. Intento tranquilizarte. Finalmente lo logro. Me pegruntás cómo podía entender lo que me estabas diciendo, porque ni vos misma te entendías. Te contesto: "porque te conozco. Te conozco bien". Sonrío. Sonreís. Me das las gracias por ayudarte.
No, gracias a vos por hacerme ser lo que soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

parido por cande