martes, 27 de septiembre de 2011

-Mirá, ¿ves eso de ahí?
-Qué cosa ¿esa línea a lo lejos que parece que no termina jamás?
-Sí. Es el horizonte.

-Ah, ¿eso era? Cuando la gente habla del horizonte lo hace con muchísimo respeto, hasta casi con temor. Pensé que era algo más majestuoso...
-¡Ah! Pero si el horizonte debe ser respetado, muy respetado. ¿Sabés que espera en el horizonte?

-¿Qué?
-El futuro
-¿En serio? ¿el futuro todo entero?
-Así es. Y no importa cuánto te esmeres en timarlo. El horizonte siempre estará a kilómetros de distancia. Eso es para que nadie pueda espiar su futuro con anterioridad.
-¿Y por qué no podemos espiar nuestro futuro? Después de todo...es nuestro.
-Porque sino ya no existirían las sorpresas...ergo, nada por lo que vivir.
-Y...¿todas las personas tienen que hacer su camino al horizonte?
-Sí.
-¿Yo también?

-Sí.
-¿Y vos no me podés ayudar?
-No.
-...tengo miedo
-Como todos. No puedo construír tu camino por vos, pero si querés, te puedo acompañar en el trayecto.
-¿Me das la mano?
-Ahora podemos hacer este instante eterno.

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parido por cande